Desde que la Liga inglesa de
fútbol se convirtió en la Premier League en 1992, sólo cinco equipos han
conseguido levantar el trofeo. Y cuatro de ellos, los dos de Manchester por un lado, United
y City, y dos de Londres, Chelsea y Arsenal, siguen siendo los actuales dominadores
del fútbol inglés. El campeón de las últimas veinte ediciones ha sido uno de esos cuatro conjuntos, después
de que el Blackburn Rovers lograra el título en la temporada 1994-1995 y sea el único que ha sido capaz de romper esa hegemonía. Como si el paso de los años no importara, estos
cuatro equipos son los grandes favoritos al título en la campaña 2015-2016,
aunque en esta ocasión han optado por caminos diferentes para buscar el triunfo, pero confirmándose la supremacía económica que ahora
mismo tiene la Premier League en el fútbol continental, con una inversión
global de más de 650 millones de euros.
La excepción ha sido en buena medida el Chelsea de José Mourinho,
el actual campeón, que apenas se ha reforzado, y hasta el comienzo del campeonato
sólo el Everton había invertido menos dinero en fichajes que los Blues. Salvo
el colombiano Falcao, que lleva años lejos de su mejor nivel y que viene de
protagonizar un año muy discreto en el United, todas sus incorporaciones han
sido para apuntalar la plantilla pero no para sumar grandes estrellas a la constelación de la que ya puede presumir. Su gran rival por el título tendría que ser, como ya lo fue
la temporada pasada, el Manchester City de Mauricio Pellegrini. Milner y Dzeko,
dos hombres importantes en el equipo en los últimos tiempos, han sido
sustituidos por el ex del Liverpool Raheem Sterling, el jugador inglés más caro
de la historia gracias a este traspaso de 60 millones de euros, y Fabien Delph,
procedente del Aston Villa.
Louis Van Gaal afronta su
segundo año al frente del Manchester United con la necesidad de conseguir ya
resultados importantes, y para ello ha conseguido de los dueños del club una nueva inversión
de 100 millones para que su plantilla sea más amplia. Los Diablos Rojos, que ya acometieron una gran y cara reforma el pasado verano, fueron la gran decepción de la pasada
campaña, ya que su enorme gasto en fichajes no le dio al holandés más que para
alcanzar la cuarta plaza, y este año las incorporaciones de Depay,
Schneiderlin, Lindgar y Schweinsteiger obligan a pensar en la exigencia de un
juego más vistoso y efectivo. El cuarto en esta lucha es el Arsenal, que ha
roto su senda derrotista con la conquista ya de cuatro títulos casi
consecutivos pero que no huele el éxito en la Premier desde la temporada
2003-2004. Arsene Wenger no ha hecho grandes incorporaciones y confía en la
calidad de su centro del campo, aunque sigue buscando un delantero que haga
crecer a su equipo.
Tottenham, Liverpool y
Southampton, los tres equipos que se clasificaron para la Europa League, tienen
la misión de dar guerra a los grandes, pero parece muy difícil que puedan
sorprenderles en la carrera de fondo que es la Premier y que haya grandes cambios en la parte noble de la clasificación.
El caso del Liverpool es significativo, ya que después de rozar el título en la
temporada 2013-2014 y de quedarse muy lejos de la cabeza de la tabla en la pasada campaña, ahora tiene que afrontar un escenario sin su gran capitán, Steven Gerrard, y tras el traspaso de Sterling. Aún así, los Reds han fichado
fichado mucho (es el equipo que más dinero ha gastado) y sueñan con volver a
luchar por la Premier. En el otro lado de la tabla, Bournemouth, Wattford y Norwich City son los tres nuevos
integrantes de la Premier, tras lograr el ascenso la pasada temporada y lucharán por la supervivencia.
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